Comer despacio

Es cierto que tenemos poco tiempo en la semana y que el trabajo nos obliga a comer rápido y volver a la oficina en un santiamén, si es que no estamos almorzando arriba del teclado del computador. Pero el momento de alimentarse es fundamental para bajar las revoluciones, y ahí entra a jugar la regla de 20 minutos para alimentarse.

¿En qué consiste? Principalmente, en que no podemos demorarnos menos de ese tiempo desde que nos sentamos a la mesa hasta pararnos, masticar correctamente los alimentos antes de digerirlos, se debe de tomar el jugo, vino o agua al inicio o al final de la comida. Los beneficios son varios. 
Por ejemplo:

• Perder peso. Lo confirman diversos estudios. Podrías rebajar varios kilos al año con este método. Si comes rápido, es probable que termines comiendo en exceso, ya que el cerebro toma un tiempo en activar la sensación de estar satisfecho.
• Mejor digestión. Esta empieza en la boca, así es que mientras más trabajes la mandíbula, menor será la labor en el estómago.
• Menos estrés. Comer despacio es un gran ejercicio mental. Prestar atención a la comida es tu única meta en ese minuto y es lo único que te debe preocupar.